En aras de una mayor interactividad y de una conexión más inmediata, en noviembre del año pasado Instagram lanzaba la opción de transmitir en directo los acontecimientos más suculentos de nuestras vidas a través de la herramienta “Live” incorporada dentro de sus “Stories”.
En principio se trata de una herramienta fácil: entras en la aplicación con la intención de hacer una historia y justo a la izquierda de la opción “normal” encuentras la opción “directo”, una vez allí pulsas en “iniciar vídeo en directo” y tras un pequeño chequeo de la conexión y un 3, 2, 1: ¡estás en directo!
En mi caso, la única experiencia que había vivido hasta el momento con esta herramienta era recibir invitaciones para asistir al directo de algún amigo, pero realizar directos, yo mismo, pues como que no me había puesto a ello y, a decir verdad, me interesaba un pimiento. Pero ayer, aprovechando el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, y la manifestación que organizó Orgullo Crítico Madrid: “VUESTRO ODIO NO CABE EN NUESTRAS CALLES”; me lancé a Madrid con la idea de probar esta herramienta y, de paso, dar visibilidad al evento. La idea era, al día siguiente, daros mi opinión acerca de mi experiencia con Instagram Live Stories. El día siguiente es hoy y aquí la dejo.
De cómo empezó la cosa
La manifestación comenzaba en Antón Martín. A las 19:30 estábamos convocados. A las 19:30 en punto llegaba a la plaza junto a @r*********n y, para mostrar los que éramos y arrancar la transmisión, comencé mi primer directo.
He de apuntar que éramos pocos y que en esta primera transmisión sólo tuve 4 visitas y ninguna interacción.
La conexión REAL: comienza la manifestación
La manifestación consistía en congregarnos, al poder ser todos vestidos de luto, recorrer las calles de Madrid gritando lemas de imposición espontánea y, en diferentes paradas, leer agresiones ocurridas en diferentes poblaciones de nuestro país con la única intención de dar visibilidad a todas ellas.
Las primeras lecturas se dieron en la plaza de Antón Martín, junto a la pancarta que encabezaba la manifestación, justo antes de emprender la marcha. Momento perfecto para volver a conectarme en directo.
En esta ocasión la conexión fue más larga. Tuve 4 visitas y me dejaron muchos corazones (que elevan tu voluntad, eso hay que admitirlo), pero sólo @a************o me dejó mensajes y eran más bromas personales que otra cosa. Jo, es que @a***********o y yo, siempre estamos de risas. Qué bien lo pasamos siempre, oye.
De cómo acabó la cosa
Recorríamos Madrid al ritmo del grito. Nos acompañaba un grupo de percusión que animaba el cotarro. Íbamos por Sol y se preparaba otra parada con más lecturas de agresiones. Saqué mi móvil e inicié otro directo. Después de 7 minutos en los que nadie había entrado a verlo y en los que sólo aparecía en pantalla “estamos volviendo a avisar a tus amigos”, se conectó @y*********e sólo para decirme, en resumen, que era un pesado. No voy a decir exactamente lo que me dijo por no herir sensibilidades. La mía la hirió, os lo puedo asegurar. Fue entonces cuando tomé la decisión de cortar la conexión y no volver a retomarlo.
Aunque mi experiencia con el Live Stories no había resultado del todo satisfactoria después de mis tres conexiones… ¿raras? (obviando dos intentos más fallidos por culpa de la misma aplicación (paso de echarle la culpa al terminal de mierda que estaba usando)) continuaba rodeado de gente que gritaba para ser escuchada. Y la mayoría de ellos con el móvil en la mano. Y gritando también a través de él. A través de las RRSS y sus diferentes herramientas. Así que como afectado por una especie de epifanía no dilate el momento y me puse a preguntar a la gente. ¿Qué te parece el directo del Instagram? ¿Lo utilizas? Eso les pregunté a la gente. Y había diferentes opiniones. Muy variadas las respuestas. Por ejemplo, #unapersonamedijo que lo utilizaba mucho, que acababa de transmitir un directo hacía un momento. Sin embargo, #otrapersonamedijo que le parecía mierda pura y metió en el mismo saco los Stories también. Luego, hay que tener en cuenta que #otraspersonasopinanque: “normal es un programa de mi lavadora” o que “Homófobo muerto, abono pa’ mi huerto”.